¡Que no te amargue el síndrome postvacacional!
El síndrome postvacacional es el síndrome que se produce en el trabajador al fracasar el proceso de adaptación entre el periodo vacacional y la vuelta a la vida activa. Los síntomas son fatiga, falta de sueño, dolores musculares, falta de apetito y concentración, irritabilidad, tristeza, nerviosismo…. En definitiva, un incremento en nuestro nivel de estrés.
Seguramente conocerás a personas capaces de aguantar situaciones muy estresantes y que la vuelta a la rutina la llevan con serenidad y entereza y otras personas a las que cualquier imprevisto les genera grandes trastornos y sufrimiento. La diferencia entre ambas es la resistencia al estrés.
El estrés tiene efectos nocivos en nuestro organismo sobre todo a nivel del corazón y sistema cardiovascular , pues trabaja de manera forzada y sobre el sistema inmunitario, pues se ve reducida su efectividad en favor de otras funciones orgánicas lo que conlleva bajada de defensas frente a infecciones o células malas que deberían ser eliminadas para evitar el desarrollo de tumores o cáncer.
Te doy algunos consejos y hábitos que harán que tu “vuelta al cole” sea más llevadera:
– Regulariza los horarios de tus comidas y sueño.
– Practica ejercicio físico con regularidad, aunque sea salir a pasear.
– Practica la relajación mental unos minutos al día y ten hobbies que te motiven ( leer, escuchar música, ir al cine, pasear..).
– Busca relaciones afectivas enriquecedoras y de apoyo mutuo, dejando atrás relaciones destructivas, crispantes o que sólo te aporten pérdida de tiempo.
– Busca proyectos que te ilusionen y motiven y ¡a por ellos!
– Lleva una dieta equilibrada eliminando bebidas estimulantes, alcohólicas y azúcar blanco e incrementando alimentos ricos en magnesio como las almendras, las nueces o las semillas de calabaza, que regulan el sistema nervioso, los alimentos ricos en vitamina C como los kiwis, las frutas cítricas, la piña, las ciruela y algunas verduras y los alimentos ricos en vitamina B como los cereales (mejor integrales) y los garbanzos. Además también los alimentos ricos en triptófano nos ayudan a sentirnos mejor como el pavo, la yema de huevo, algunos pescados, algo de carne y chocolate (sin pasarnos en la cantidad).
Hay veces que con todo esto no es suficiente y mi consejo es que antes de recurrir a los fármacos o a conductas destructivas recurramos a algunos suplementos naturales con plantas adaptógenas y tranquilizantes que ayudan a aliviar el estrés. Personalmente unos de los que más me gusta es el Antiestrés Natural de 100% natural. Es una combinación herbal única a base de plantas con propiedades adaptógenas y tranquilizantes elaborada con extractos estandarizados. Los adaptógenos son plantas medicinales que incrementan la resistencia al estrés y mejoran la concentración, la resistencia y el rendimiento durante la fatiga mediante la regulación del eje hipotalámico-pituitario-adrenal. Proporcionan energía sin los efectos secundarios de otras sustancias y ayudan al cuerpo a adaptarse a condiciones de estrés mejorando el síndrome del “quemado”, la depresión ligera y la ansiedad/nerviosismo, la función respiratoria y cardiovascular, la función del sistema nervioso central, la atención y el tono mental , la capacidad de trabajo y la capacidad para conciliar el sueño.
La fórmula fitoterapéutica del Antiestrés Natural contiene tres plantas adaptógenas y dos plantas tranquilizantes y la dosis diaria es de 2 cápsulas 2 veces al día después de las comidas. Se toma un mes (una caja) y se descansa un mínimo de dos semanas para poder volver a continuar si se desea y es necesario.
Contiene: Extracto de Schisandra chinensis 380 mg , Extracto de eleutherococcus senticosus 240 mg, Extracto de Rhodiola rosea 240 mg, Extracto de Avena sativa 800 mg y Extracto de Melisa officinalis 240mg.
¡Espero que te resulte de utilidad!