Seguro que todos habéis escuchado o leído acerca de la importancia de remineralizar nuestro organismo. Las sales minerales son moléculas inorgánicas de fácil ionización en presencia de agua, que en los seres vivos aparecen tanto precipitadas, como disueltas o unidas a biomoléculas.

Aportan funciones muy importantes para el organismo ya que están presentes en el sistema óseo, la sangre y la glucosa. Tienen función estructural y también de regulación del pH , de la presión osmótica y de reacciones bioquímicas. Existen en pequeñas dosis pero son fundamentales y cumplen funciones vitales para el organismo. Suponen el 5% del peso corporal y se dividen en tres grupos:

– Macrominerales que se requieren en mayor cantidad (más de 100 mg/ día) como el sodio, potasio, azufre…

– Microminerales que se requieren en menor cantidad (menos de 100 mg/ día) como el hierro, el zinc, el yodo, el selenio…

– Oligoelementos que se requieren en cantidades menores al 0,05% pero que son indispensables como el arsénico, el silicio, el estaño, el aluminio..

Las sales minerales están presentes en el sistema óseo, en la formación de la sangre, en las células, en el control de los latidos del corazón y combaten los radicales libres. Tienen funciones como formar parte de la estructura ósea y dental , regular el balance de agua dentro y fuera de las células ( ósmosis), intervienen en la excitabilidad nerviosa y en la actividad muscular, permiten la entrada de sustancias a las células, colaboran en procesos metabólicos como la metabolización del azúcar en sangre, forman parte de moléculas sanguíneas, juegan un papel muy importante en procesos vitales como el sistema inmunológico, la cicatrización o el funcionamiento del sistema digestivo. Por otro lado son la llave de paso mineral para la asimilación del resto de nutrientes , como por ejemplo las vitaminas.

Sin embargo, con el estilo de vida actual, los alimentos tan empobrecidos nutricionalmente y la mala alimentación no se ingieren las cantidades adecuadas y en las proporciones adecuadas.

Además el cuerpo humano necesita esas sales minerales en la proporción adecuada para evitar desequilibrios y conseguir un armónico aporte nutricional. Cuando falla algún mineral o se toma en exceso hay bloqueos, por lo que necesitamos reponer todos a la vez y en las cantidades adecuadas. El agua de mar contiene todos los minerales que el cuerpo humano necesita ( 78) y en la proporción óptima. Hemos oído muchas veces la frase de somos agua, pero estaría bien matizar que sí, pero agua salina. El agua de mar llega al núcleo de las células y hace que los genes se expresen correctamente, ayuda al reequilibrio del organismo y forma una matriz de información biológica que nos ayuda en estados carenciales y de detoxificación celular.

Recomiendo el agua de mar Quinton , con más de 100 años de historia, que es un complemento alimenticio que tomado día a día equilibra nuestra dieta hasta recuperar el equilibrio mineral que vamos perdiendo. La fórmula de agua de mar Quinton microfiltrada en frío se presenta en ampollas de cristal para conservar sus propiedades, existiendo la presentación de agua Hipertónica (agua de mar en estado puro) o Isotónica ( diluída con agua de manantial). Es agua de mar del Cantábrico porque a unos 20-30 metros de profundidad en dicho mar se encuentran aguas expuestas a la corriente del Golfo de Vizcaya, ricas en fitoplacton y zooplacton, indicador más fiable de una óptima calidad del agua. El agua es debidamente recogida, analizada, filtrada y envasada empleando técnicas de microfiltración en frío ( el poro de filtrado es 5000 veces inferior a 1mm), sin necesidad de someterla a elevadas temperaturas que precipitaría los minerales.

¿Quién debe tomarla?  

Es apta para todo el mundo, incluso hipertensos, con un máximo de 6 ampollas diarias. Tomar antes de las comidas. Excelente para deportistas para evitar la deshidratación y favorecer la recuperación. Para niños. Para cualquier hombre o mujer que desee mantener un correcto equilibrio mineral. En sus distintas presentaciones lo recomiendo para procesos dermatológicos, alergias, procesos odontológicos, gastroenterología, aparato respiratorio y un sin fin de opciones .

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